Hace un tiempo, les mostré a unos familiares el armario de la cocina que utilizamos como despensa. Al ver todos los frascos igualitos, transparentes y etiquetados con el nombre del producto que contenían, me dijeron: “No entiendo por qué etiquetas los frascos, si ya ves lo que hay dentro”, a lo que respondí: “Es que a mí me gusta el café con mucha sal”. Creo que me entendió 😂
Una despensa bien organizada es muy práctica y agradable a la vista. Pero también requiere de un poco de esfuerzo y paciencia por nuestra parte para:
☝️ Al llegar del supermercado, rellenar los frascos de la despensa y proceder a reciclar todos los envases de plástico originales de los productos (cacao, sal, azúcar, harina, pastas de todo tipo, legumbres, especias diversas, pan rallado, etc).
☝️ Ponerles unas etiquetas que realcen el frasco, el producto y la propia cocina.
☝️ Reservar un pequeño cajón o cesto adicional oculto para guardar, todos juntos, los pequeños restos que siempre nos pueden quedar en el envase original 🙄
Y ahora, claro, las ventajas:
👍 Estética con orden visual. Esto nos permite poder prescindir de un armario y disponer los frascos a la vista en un estante o en una parte de la encimera, si la cocina lo permite.
👍 Higiene. No hay dispersión de paquetes abiertos que nos ensucien los armarios.
👍 Practicidad. Rapidez en encontrar un producto al tenerlos juntos en el mismo ambiente.
👍 Visualización rápida de su continente.
👍 Toda la familia tiene a mano los productos de forma clara para poder hacer uso de ellos.
“Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio”. Hace la vida mucho más agradable 👌
¿Qué opinas?☺️